domingo, 11 de septiembre de 2011

La triple base de la sostenibilidad de Wal-Mart - Parte I

Social:
La discriminación de género afecta al aspecto social de la sostenibilidad de las empresas debido a que no ofrece una imagen equitativa de sí misma ni de sus operaciones; es decir, no se presenta hacia la comunidad como una empresa seria, justa, que respeta los derechos de las personas, en especial de sus trabajadores y que actúa de manera imparcial bajo cualquier circunstancia, sino que, por el contrario, favorece ampliamente a unos sobre otros. Todo esto, desde luego, no los beneficia antes sus clientes actuales, y mucho menos ante sus potenciales clientes, debido a que –para todo consumidor– es fundamental que sus derechos se respeten; en ese sentido, si una empresa no respeta a los miembros de su familia, como podrían ser considerados sus trabajadores, respetará en igual o menor medida a aquellas personas que son ajenas a su negocio (sus clientes), por más dinero que le representen. Y, aquí, debemos aclarar –para quienes piensen que, por el hecho de ser los clientes, quienes les pagan, las empresas deben sentirse obligadas a tratarlos con respeto y a actuar con cautela– que esto no es exacto, puesto que, bajo esa misma premisa, las empresas deberían tratar con respeto a sus trabajadores y, como podemos ver en el caso de Wal-Mart, como en muchos otros, esto no sucede en el mundo real.
Ahora, hablando específicamente del caso de Wal-Mart, su imagen también se vería afectada a causa de esta demanda por discriminación por género, debido a las mismas razones anteriormente planteadas. Además de esto, la demanda por discriminación por género, en contra de Wal-Mart, ocasionaría un el impacto social en las generaciones futuras de la comunidad en la cual se han establecido, respecto a su forma de ver la sociedad y tratar a las demás personas, puesto que asociaría el hecho de que, si una empresa multinacional con un gran éxito alrededor del mundo puede tratar de manera injusta a sus trabajadores, quizás esa sea la forma más adecuada mediante la cual puedan alcanzar el éxito profesional e incluso, quizás, personal. En otras palabras, tomarán a Wal-Mart como un modelo de éxito a seguir y, a partir de ello, comenzarán a copiar las prácticas que les hayan sido aceptadas por una entidad imparcial y ajena al negocio. Así, tomarán la victoria de la multinacional como un indicador de que estaban haciendo las cosas bien, puesto que el Tribunal Supremo respaldaba su accionar al haber dado a conocer el fallo a su favor. Caso contrario, las nuevas generaciones podrían sentirse más inseguras debido a la posibilidad de ser discriminadas por su género en cualquier circunstancia.
Como es claro, cualquier consecuencia social debido a la demanda por discriminación afectará de manera negativa, tanto a la empresa como a la comunidad, incluso si Wal-Mart no es una empresa que sea reconocida debido a su buen servicio al cliente, poco a poco no existirá ni un cliente que acepte sus servicios a costa de la injusticia que ejerce en otras personas.

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