lunes, 21 de noviembre de 2011

Recomendaciones para prevenir el delito en el futuro

Teoría de los Stakeholders

De acuerdo a esta teoría, Walmart -o en general, las empresas, deberían considerar a sus grupos de interés de manera más seria y consistente; en especial a los clientes internos y externos, pues son ellos quienes están más directamente involucrados con la creación de valor de la empresa y, por ende, afectan en mayo medida al futuro de la empresa. Con "considerar a sus grupos de interés de manera más seria y consistente" nos referimos a que deben tomar en cuenta sus opiniones, sugerencias, críticas, quejas y demás comentarios respecto al funcionamiento interno y externo de la empresa para que puedan prever situaciones similares y para que ambos tipos de clientes se sientan valorados y satisfechos con el trato que les brinda la empresa. Sin embargo, esto no significa hacerles caso en todo lo que pidan; solo significa escuchar y analizar los comentarios, positivos y negativos, y -de estar de acuerdo con algún cambio propuesto, realizarlo. Por ejemplo, si hubieran escuchado las incomodidades de Betty Dukes, respecto a la diferencia de oportunidades laborales, a tiempo y hubieran actuado al respecto rápidamente, se habrían evitado todas las consecuencias negativas para WalMart. Esto, respecto a las razones económicas por las cuales se debe tomar en cuenta a los stakeholders.

Respecto a las razones legales, se debe considerar la democracia de los constituyentes, la cual se refiere a la oportunidad que se les debe ofrecer a los stakeholders para formar parte de las decisiones corporativas de la empresa.

Ética de los Deberes

De acuerdo con esta teoría, se deben tomar las decisiones en base a las obligaciones y al imperativo categórico, el cual se refiere a un marco teórico que debe aplicarse a toda decisión moral y consta de tres máximas. La primera de ellas consiste en hacer algo porque se considera que es correcto y que los demás lo harían; la segunda, denominada Máxima de la dignidad consiste en actuar siempre de manera que se trate a la humanidad como un fin y no como un medio; y, la tercera, llamada también llamada Teoría del Titular de periódico, indica que se debe actuar en base a máximas que puedan ser fuentes de leyes universales.

En el caso de WalMart, se debió considerar previamente las 3 máximas: en primer lugar, se debió atender los requerimientos de Betty Dukes, pues era correcto que pidiera igualdad entre las oportunidades de los trabajadores hombres y las trabajadoras; en segundo lugar, se debió lograr un acuerdo entre las trabajadoras y no pasar por encima de sus derechos; y, finalmente, se debió considerar cómo se podría haber reaccionado si la situación fuera de otra manera.

Teoría de la Justicia

De acuerdo a esta teoría, WalMart debió considerar los beneficios que sus trabajadoras obtendrían de este proceso y si ello serí justo o no. Esto, se explicaría a partir de los procedimientos justos y los resultados justos. Respecto al primer punto, WalMart debería haber considerado ofrecer las mismas oportunidades laborales a las mujeres que a los hombres; es decir, que todos tengan la posibilidad de conseguir un ascenso o aumento justo por sus esfuerzos. Por otro lado, respecto al segundo punto, WalMart debería hacer comunicado que todos tenía la posibilidad de conseguir el mismo ascenso o aumento por sus esfuerzos.

Herramientas Gerenciales de la Ética

De acuerdo con estas herramientas, WalMart debió tomar en cuenta lo que estipula en su visión, misión y valores como empresa, así como en su código de ética, en los cuales menciona y resalta la importancia de contar con colaboradores leales a la empresa y que se sientas satisfechos con la misma. Así mismo, WalMart debería tener canales de reporte y consulta, en los cuales los empleados puedan absolver sus dudas vinculadas a la ética.

De la misma manera, otras herramientas que WalMart -o cualquier empresa de cualquier rubro, deberían usar son los comités éticos y los consultores éticos. Ambos, tendrán básicamente la misma función; sin embargo, la diferencia radicará en que los primeros formarán parte de los trabajadores de la empresa, mientras que los segundos serán consultores externos que podrán ver los problemas desde una perspectiva más objetiva; en tanto que los primeros verán la situación con más conocimiento en la empresa, por lo cual podrán identificar con mayor facilidad las posibles causas a los problemas y, de esta manera, encontrar soluciones más adecuadas y con mayor rapidez. Finalmente, una herramienta importante y sobre la cual también se ha hablado en la Teoría de los constituyentes es la referida a los programas de consulta, diálogo y asociación con los grupos de interés de la empresa. En este caso, se buscarían las formas más óptimas de conocer la opinión ética de los stakeholders sobre los diversos problemas que enfrente la compañía. De esta manera, los stakeholders -en conjunto, podrían haber solucionado de maner más rápida el problema que Betty Dukes y WalMart afrontaban, con lo cual se hubieran evitado las consecuencias negativas generadas de ir a juicio y ganar el caso, pues todos eran concientes que la razón estaba de parte de Betty Dukes y las demás trabajadoras.

Las causas del delito en base a la Teoría de los Stakeholders, la Teoría de los Deberes, la Masculinidad-Feminidad y la Distancia de Poder

Para explicar las causas del caso WalMart, en primer lugar, se hará uso de las teorías del esquema de la ética para los negocios, la Teoría de los Stakeholders, la que tiene como ideal que cada grupo de interés tenga representación en el directorio de una organización. En el caso se presume un atropello contra los derechos de los trabajadores y una demanda de estos contra la compañía, y un juez federal dirime el caso. Lo que aspiraría esta teoría es que un representante del grupo laboral mencionado haya negociado por ellos en el directorio y definido un armonioso acuerdo que beneficie a tanto a la organización como a los trabajadores.

En segundo lugar, otra parte del caso se puede explicar a través de la Teoría de los Deberes, parte de la teoría no consecuencialista, cuando Betty Dukes inicia la demanda contra la compañía, haciendo pública la presunta discriminación tanto en su remuneración como en sus posibilidades de ascenso por razón de género. Ella decide hacerlo porque considera que es lo correcto y lo mejor para ella, sin la búsqueda de aprobación alguna ni temor a represalias de la empresa, conociendo las posibles consecuencias en su contra. En sus actos se pueden apreciar la aplicación de las máximas que contemplan el imperativo categórico de Kant.

En tercer lugar, como parte de las Teorías Descriptivas, la influencia de las características de la cultura nacional, específicamente la Masculinidad – Feminidad. Principalmente en los EE. UU. esta característica está profundamente marcada, ya que es el nido de la revolución femenina en su lucha por el ascenso social y económico. En el caso, se evidencia una rivalidad de género, donde Betty Dukes percibe un trato diferencial a nivel salarial y de oportunidades de ascenso respecto de sus colegas hombres, muy probablemente producto de la fuerte cultura feminista de este país, lo que da origen a todo el caso.

Por último, y también como parte de las características de la cultura nacional, se tiene la Distancia de Poder. En el caso americano esta variable se percibe como débil, lo que implica que la sociedad percibe que sus reclamos mejorarán sus condiciones o tendrán el efecto esperado muy probablemente. Esto es claramente observado en el caso, en el que una sola trabajadora tuvo la capacidad de enfrentarse a un gigantesco emporio como WalMart sin temor a nada y con la confianza de que llevar su queja a la esfera pública tendría los efectos deseados. Así fue en un primer momento cuando el juez federal aceptaba la demanda colectiva y avivó la sensación de que Dukes “tenía la razón”.

¿Es posible prevenir casos como este en el futuro aplicando la estrategia “golpe por golpe”?

La estrategia “golpe por golpe” se basa en el dilema del prisionero de Axelroid y propone una solución sencilla a dicho conflicto: en una primera oportunidad, coopera con el otro y, en lo sucesivo, haz lo que la otra persona hizo en la ocasión anterior (cooperar o no cooperar).

Al tener presente esto, se puede decir que sí es posible prevenir en el futuro casos similares, porque si las empresas se mostraran cooperativas en todo momento desde un inicio, consecuentemente sus colaboradores también lo serán con ellas, asumiendo que ambas partes sigan la estrategia. De esta manera, se busca ser recíproco ante la actitud de la otra parte respecto a un tema determinado dentro de la organización. Sin embargo, si la cooperación no se da, por cualquiera de las partes, las consecuencias serán seguir con esta no cooperación y, si se sigue fielmente a la estrategia, cada parte tirará por su lado y seguirá haciendo lo que el otro hizo en una ocasión anterior, cayendo en un permanente no cooperar hasta que alguna de las partes o ambas decidan cooperar, pues ven que esa es la opción que más les conviene en conjunto. Es decir, lo más recomendable será cooperar desde un inicio, por medio del diálogo y la toma de acuerdos que lleven a la concordia a ambas partes.
 
Por ejemplo, en el caso de Wal-Mart, implicado en una demanda colectiva por discriminación laboral por género, de haber aplicado la estrategia, por el lado de la empresa, ante la realidad de disgusto de muchas de sus trabajadoras respecto a su situación laboral al compararse con sus pares masculinos, el haber optado por colaborar con ellas, a través de un clima de comprensión y acción consecuente, hubiera hecho posible que no se haya realizado el proceso judicial, que, si bien resultó victorioso para Wal-Mart, no cambia el hecho de que su imagen corporativa se vea afectada: lo relacionan como una empresa que justifica la discriminación de género y que se lava las manos frente a ello dentro de sus sedes. Esto último es el precio a pagar por no haber aplicado a su debido momento la estrategia “golpe por golpe”.

Por el otro lado, respecto a las trabajadoras, que llevaron a cabo la demanda colectiva, ellas sí usaron correctamente la estrategia, ya que, como colaboradoras de la empresa, cooperaron con el desarrollo de la misma a través del cumplimiento de sus deberes en sus puestos de trabajo. Pero al ver que Wal-Mart no las apoyó y no hizo algo para erradicar las prácticas de discriminación contra ellas, estas decidieron hacer lo mismo que la empresa (no cooperar), lo cual se expresó en la demanda que formularon. Wal-Mart, pues, hizo lo mismo (no cooperar) al defenderse ante dicha demanda y ganó. Las mujeres pueden seguir el caso a través de demandas individuales, lo cual sería la opción lógica para ser fiel a la estrategia (seguir con no cooperación), pero en ese punto ellas deberían preguntarse qué tanto les conviene llevar a cabo o no dichas demandas, si deben contestar a la empresa con una acción no cooperativa diferente o si simplemente, optan por la cooperación, volviendo a sus vidas laborales sin insistir en más procesos judiciales. La empresa también debe pensar en si está dispuesta a enfrentar demandas individuales, cargar con una mala imagen de discriminador por género y mantener en un clima laboral no muy bueno a sus colaboradores o si coopera con sus trabajadoras al erradicar cualquier acción de discriminación realizada por algún miembro de la organización.

Bibliografía
SINGER, Peter (1995) Ética para vivir mejor. Barcelona: Ariel.

Relación Empresa-Comunidad según el Modelo Joseph Badaracco

¿Cómo se vieron afectadas las relaciones de la empresa con la sociedad a nivel supra organizacional?

Analizándolo del modelo Supra organizacional podemos observar que los funcionarios de línea media de la empresa tomaron malas decisiones, ya que buscaban una mayor eficiencia en resultados. Sin embargo, tales decisiones comenzaron a afectar de manera negativa a los trabajadores de la empresa. Cabe resaltar que las decisiones no eran tomadas bajo su criterio sino bajo el criterio de los ejecutivos de mayores rangos jerárquicos.

Asimismo, las políticas tomadas comenzaron a repercutir en la imagen de la empresa ante la sociedad, tan grande fue el problema que hasta el gobierno tuvo que intervenir. Afectando no solo a los miembros de la organización sino a la comunidad (familias, trabajadores, gremios, consumidores, etc.).En consecuencia, los objetivos que se buscaban (eficiencia y reducción de costos) solo trajo consigo un mayor costo para la empresa, en vez de beneficios (tuvo que gastar en juicios y reparaciones). Además, de perder ventas porque los consumidores los veían como una empresa explotadora y discriminadora.

Según el autor Joseph Badaracco, es muy probable que los ejecutivos de Wal-Mart hayan seguido la alternativa del test de sueño, ya que es improbable de que no hubieran estado informados de los abusos que estaban sujetos los trabajadores de la empresa; sin embargo, continuaron con las políticas defendiéndolas hasta las últimas instancias. Un estudio de estos comportamientos podría resaltar una falta grave de empatía hacia sus colaboradores dándole lugar a una “tranquilidad” para ellos; como consecuencia, dejándolos dormir tranquilos. Además, de la justificarse con la idea de que esas políticas son establecidas por los altos rangos y ellos solo lo deben de seguir aunque, debido a que no les compete cambiar las políticas implantadas.

lunes, 24 de octubre de 2011

Herramientas Gerenciales de la Ética para los Negocios

Aplicación de una variable de Intensidad Moral

Al presente caso se le puede aplicar la variable de intensidad moral denominada Probabilidad del efecto, la cual consiste en calificar de “poco probable” que los daños derivados como consecuencia de las decisiones éticas tomadas por una persona (o, en este caso, por una organización) realmente ocurran. De la misma manera, con esta variable se corre el riesgo de asumir como sinónimos los términos “poco probable” e “imposible”, lo cual no necesariamente se cumple, pues al fin y al cabo, los efectos de las decisiones se pueden materializar.

En el caso que se está desarrollando, Wal-Mart, al ser una multinacional de gran poder y presencia en el mundo, piensa que su imagen de gran empresa exitosa de alguna manera la hace inmune a cualquier tipo de acusación que se le pueda imputar, más aún si proviene de un grupo con poca influencia en el medio (mujeres que acusan a la empresa de haberlas discriminado en sus centros de trabajo). Si bien el grupo de mujeres demandantes y el caso en sí mismo se convirtieron en una especie de símbolo estadounidense a favor de la lucha por los derechos laborales de la mujer (en el sentido de una búsqueda de trato igualitario en el trabajo con respecto a sus pares masculinos), esto no bastó para que Wal-Mart siquiera considerase al conjunto como una amenaza hacia sus intereses económicos. De esta manera, la multinacional se ve cegada por la variable “Probabilidad de efecto” en el instante que cree que es muy poco probable que esta acusación por discriminación de género dentro de sus sedes pueda causarle algún daño severo en su forma de hacer negocios y, mucho menos, en su imagen como empresa: si bien toma las acciones respectivas para defenderse judicialmente, termina por subestimar la situación.

Esta “falta de humildad” por parte de Wal-Mart, al pensar que es intocable, que los errores que pueda cometer al dirigirse como una entidad lucrativa son prácticamente nulos y que, por el contrario, sus operaciones traen progreso, no solo a la empresa misma, sino también a sus stakeholders (incluidas sus trabajadoras); podría provocar en algún momento que no prevenga una serie de verdaderos errores en su gestión, pues todo es perfecto en su interior, lo cual lleve a consecuencias negativas: si, más adelante, el grupo de mujeres, debido a su insistencia en el caso a pesar de la derrota inicial, terminaran por obtener victorias individuales suficientes (recordemos que la opción que les queda es realizar demandas individuales según la Corte Suprema estadounidense) como para ganar frente a la multinacional, Wal-Mart tendría que retractarse al respecto, indemnizar a cada una de ellas y, por supuesto, su imagen empresarial quedaría manchada y, por ende, sus logros económicos se verían afectados.

Problemas desde el punto de vista de la Teoría de la Justicia

Problema # 1:

En el entorno empresarial, siempre se da un conflicto de intereses entre los distintos stakeholders de una empresa. En el caso que estamos analizando, las seis mujeres que iniciaron la demanda consideraban, a criterio propio, que eran discriminadas. Así mismo, consideraban que existía un trato desigual en la promociones como en las remuneraciones con respecto a sus pares masculinos. Para que se puedan evidenciar procedimientos justos, como posiblemente lo haya hecho el juez que evaluó el caso, se debió evaluar trabajadores con similar (es):

- Posición en la estructura organizacional, implica equivalencia de funciones y responsabilidades.

- Serie de evaluaciones de desempeño realizadas, en las que se puede apreciar el compromiso y la capacidad con que se responde a las responsabilidades encargadas por la empresa en los resultados, así como se pueden comparar los indicadores de desempeño y demás.

Como consecuencia de esta primera evaluación, se debió analizar a trabajadores que, según las demandantes, habían sido promovidos “injustamente” y el salario de colaboradores con similares responsabilidades en la organización. Todo este análisis para corroborar la objetividad de las acusaciones que se hacían en contra de Wal-Mart. Solo después de este estudio se podría decir si existieron o no resultados justos para un determinado nivel de esfuerzo y compromiso para todos los colaboradores y si se están respetando los derechos a acceder a las mismas oportunidades dado un nivel de entrega a la compañía.


Problema # 2:

En otra parte del desarrollo de los acontecimientos del caso, se da un cambio de rumbo decisivo que permitió a Wal-Mart salir bien librado: el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó la continuidad de la demanda colectiva que, en un principio fue aprobada por el juez federal de San Francisco.

Dentro del marco legal, se entiende que ambos jueces, tanto el supremo como el federal, hacen uso en un mismo procedimiento de evaluación a un determinado caso en específico. Es decir que aplican procedimientos justos y brindan iguales oportunidades para la solución de los conflictos de la ciudadanía, pero el dictamen del juez supremo predomina sobre el federal, porque se entiende que hace una reevaluación del caso y está en una instancia superior.

Entonces, se puede apreciar claramente que, en teoría, aplicando procedimientos justos, los resultados justos, no necesariamente serán “justos”, si entendemos que justo es a la misma evaluación, igual resultado. ¿Quién podría afirmar categóricamente que el juez federal se equivocó y que el supremo corrigió el error y su dictamen fue el justo? ¿Acaso la justicia es una ruleta rusa y no se basa en cuestiones objetivas que implican aplicar la mayor neutralidad en el conflicto y solo se limita a dar la razón a quien la parte que la tenga?

Finalmente, hubo un ganador y un perdedor en el conflicto y, al respecto, se puede decir existió colusión de intereses, fraude, negociaciones indebidas y demás; sin embargo, es la sociedad misma quién le ha encargado y dado la autoridad a un juez supremo para definir estas situaciones, confiando en su sano y neutral juicio, y decimos que se sentenció “justamente” y que el resultado fue justo. Es factible, e incuestionable, que bajo otras circunstancias el caso podría haber tenido un desenlace opuesto.