lunes, 21 de noviembre de 2011

Las causas del delito en base a la Teoría de los Stakeholders, la Teoría de los Deberes, la Masculinidad-Feminidad y la Distancia de Poder

Para explicar las causas del caso WalMart, en primer lugar, se hará uso de las teorías del esquema de la ética para los negocios, la Teoría de los Stakeholders, la que tiene como ideal que cada grupo de interés tenga representación en el directorio de una organización. En el caso se presume un atropello contra los derechos de los trabajadores y una demanda de estos contra la compañía, y un juez federal dirime el caso. Lo que aspiraría esta teoría es que un representante del grupo laboral mencionado haya negociado por ellos en el directorio y definido un armonioso acuerdo que beneficie a tanto a la organización como a los trabajadores.

En segundo lugar, otra parte del caso se puede explicar a través de la Teoría de los Deberes, parte de la teoría no consecuencialista, cuando Betty Dukes inicia la demanda contra la compañía, haciendo pública la presunta discriminación tanto en su remuneración como en sus posibilidades de ascenso por razón de género. Ella decide hacerlo porque considera que es lo correcto y lo mejor para ella, sin la búsqueda de aprobación alguna ni temor a represalias de la empresa, conociendo las posibles consecuencias en su contra. En sus actos se pueden apreciar la aplicación de las máximas que contemplan el imperativo categórico de Kant.

En tercer lugar, como parte de las Teorías Descriptivas, la influencia de las características de la cultura nacional, específicamente la Masculinidad – Feminidad. Principalmente en los EE. UU. esta característica está profundamente marcada, ya que es el nido de la revolución femenina en su lucha por el ascenso social y económico. En el caso, se evidencia una rivalidad de género, donde Betty Dukes percibe un trato diferencial a nivel salarial y de oportunidades de ascenso respecto de sus colegas hombres, muy probablemente producto de la fuerte cultura feminista de este país, lo que da origen a todo el caso.

Por último, y también como parte de las características de la cultura nacional, se tiene la Distancia de Poder. En el caso americano esta variable se percibe como débil, lo que implica que la sociedad percibe que sus reclamos mejorarán sus condiciones o tendrán el efecto esperado muy probablemente. Esto es claramente observado en el caso, en el que una sola trabajadora tuvo la capacidad de enfrentarse a un gigantesco emporio como WalMart sin temor a nada y con la confianza de que llevar su queja a la esfera pública tendría los efectos deseados. Así fue en un primer momento cuando el juez federal aceptaba la demanda colectiva y avivó la sensación de que Dukes “tenía la razón”.

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